Cosas que no se le deben hacer a su perro III

Señoras y señores. Este perro, que bien podría responder al nombre de Torronchino, Patita o Ticonderoga nos demuestra que nos encontramos un paso más cerca de cumplir el sueño. Pero no cualquier sueño, EL sueño. Aquel dorado anhelo de completar una Liga de la Justicia enteramente con perros.
A pesar de su cara de "dajá de romperme las pelotas con el tajecito de Batman", Penacho, Blanquito, Patalín o como sea que se llame, sabe que está cumpliendo un papel en el designio superior, una parte escencial del plan divino.

El título de este post remite a otros anteriores (diciembre 2005) donde se condenaba que dos perros: Papafrita y Condesa, fueran respectivamente disfrazados de Robin y la Mujer Maravilla.
El título se mantiene por cuestiones de continuidad, pero ya no declaro que exista crueldad o violencia en contra de estos animles. Soy de la ferviente opinión de que hay un diagrama, una idea que engloba hechos aparentemente aislados.

Tal vez ni nosotros ni el perro-Batman, que puede llamarse Montecarlo (o Zarpullido, o Chuletas) lleguemos a comprender nunca la extensión de la verdad, el motivo final. Pero por lo menos ahora sabemos que sucede, como todo, por una razón.

Más información en el futuro. A la misma bati-hora, por el mismo bati-blog.