Pitufame con la pitufa, justo ahí, en el pitufo...

Filósofo, Tontín (¿se llamaba así o era sólo la traducción de "pitufo pelotudo"?), Fortachón, Goloso, Harmonía, Artista, Vanidoso, Genio (Y después acusaban a Filósofo de tener un ego grande, este fue y se bautizó a sí mismo Genio), Perezoso, Pitufina, Gruñón y Papá Pitufo. Hasta ahí, todo joya.
Pero no nos olvidemos que los "suspiritos azules" (en palabras textuales de cierto monje/hechizero allegado a los implicados) eran cien.
¡Cien! Y qué sabemos de la vida de los otros ochenta y ocho... Reivindiquemos a los pitufos anónimos, los desconocidos, la masa.
Los pitufos que, como Pitufo Masoquista (foto de arriba), hacen del mundo un lugar mejor, sin necesidad de tener protagonismo vano, efímero, falso.
Hurra por el Pitufo Masoquista que, como tantos otros pitufos cotidianos, nos proporciona entretenimiento sano y correcto... de a un latigazo por vez.