Defina "frustración"...

Alguien dijo alguna vez que cualquier tiempo pasado fue mejor. En realidad no fue "alguien", fue Jorge Manrique en las coplas que dedicó a la muerte de su padre. Escribí "alguien" porque tampoco es cosa de hacerse el ilustrado, de andar, por ejemplo, citando por ahí versos como "cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor; cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor".

En fin, el asunto es que alguien dijo alguna vez que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y debo admitir que la frase tiene un tono convincente, un algo que hace que uno quiera creer en ella. Porque cuando uno piensa en el Pasado, siempre lo hace con mayúsculas. El Pasado, señor, no es un campesino aburrido que se cortó un dedo con un hueso y se murió. El Pasado, señora, son obeliscos, catedrales y coliseos. El Pasado, pebete, son Mozart y Bach y Lennon y Chopin y Marilyn y Van Gogh y Dalí y Orson Welles y Nerón y Kurt Cobain y la Reina Isabel y Napoleón y Custer y San Martín y Picasso y el sargento Cabral y Aristóteles y Elvis y Menudo y Rousseau y Shakespeare y el Marqués de Sade y Mirtha Legrand y Phillip K. Dick y Andy Warhol y James Dean y Nelson De la Rosa y Moliere y Cervantes y Charles Montgomery y Marx y Lord Byron y Twisted sister y Bolivar y los Parchís.

Y entonces yo me preguntó, si cualquier tiempo pasado fue mejor, por qué me encuentro frente a un niño de seis años y tengo que explicarle que, en los ochenta, Locomía era lo más parecido que teníamos a un Power Ranger.