Volvió la alergia, vieja

Ya llegó la época del año en que florecen las golondrinas, las marsopas hacen telas en los techos, las parejas visitan telos en Recoleta, las flores vuelven de sus viajes migratorios y las arañas retozan entre las olas del inconmensurable mar.

Pero no es una estación que sólo traiga felicidad, uno siempre puede encontrar el vaso medio vacío y, a esas personas, queremos dedicarle un "feliz día de la rinitis alérgica".

En primavera hay tres tipos fundamentales de alergia:

1) Alergia al Pecado Fresco o rinitis de Marco Pollock. Si usted la padece, un fuerte zarpullido le cubrirá el cuerpo mientras mire este blog. Si no la padece podría contraerla a menos que le comenté de este blog a por lo menos diez personas en las próximas veinticuatro horas.

2) Alergia de Dos Minutos. Perdida momentanea de la visión e histeria descontrolada para cualquiera que escuche grupos de punk argentino proveninetes de Valentín Alsina.

3) Pero, el más común es aquel llamado simplemente "Catarro primaveral o fiebre del heno". Para muchos de aquellos que viven en ciudades y siempre se preguntaron qué podía ser el heno y por qué los hacía estornudar, no se preocupen: no hace falta que la fiebre de heno esté producida por heno. Complicado ¿verdad? La verdad es que este tipo de rinitis (que tiene como síntoma la irritación de las fosas nasales) es provocada por las esporas que casi cualquier planta suelta en el polen. Mantengamos en mente que dichas esporas sirven a las plantas para reproducirse, por lo que en realidad los estornudos son la respuesta del cuerpo, la defensa del organismo a un intento de violación por parte del tan inestable y siempre pervertido reino vegetal.

Si ve un roble que la obsrva con cariño y luego comienza de inmediato a estornudar contacte a la policía y haga la denuncia pertinente.

Por personas que no han denunciado estas violaciones a tiempo y cuyo cuerpo no fue capaz de rechazar las esporas gracias a las alergias, es que el gobierno ha decidido establecer un "refugio para híbridos mutantes resultantes de la primavera" (foto de arriba).

Cuídese. Nada es tan inocente como parece.

Sobre la imagen de arriba, el poeta argentino Wenseslao Marquetti escribió una extensa obra titulada "9 pendejos, 19 flores, tres escalones y ningún balcón". He decidido no reproducirla porque no viene al caso y, además, porque es un poema demasiado específico y bastante malo.