Más extraño que la fricción

Hoy, en el marco del ciclo "Vidas inútiles que nos intrigan" tenemos el inusual caso de Christian Adam, orgulloso poseedor del record Guiness por tocar el violín mientras anda en bicicleta para atrás. Adam realizó su proeza de tocar ininterrumpidamente obras de Johann Sebastian Bach en un instrumento de su propia fabricación (el violín, no la bicicleta), mientras iba para atrás en su bicicleta (comprada) durante sesenta kilómetros y medio. Establecer el record le llevó aproximadamente cinco horas con nueve minutos. Las cámaras y jueces que acompañaron al violiclista declararon: "perfectamente podríamos haber estado cinco horas jugando al Monopoly en lugar de tener que cubrir semejante estupidez".

Y ahora algunos hechos y suposiciones sobre la vida de Christian Adam:

1) Aprendió a tocar el violín a los siete años.
2) Probablemente sus compañeritos de escuela le pegaban.
3) Es fabricante diplomado de violines.
4) Probablemente sus compañeritos de escuela le sigan pegando.
5) Nació en Alemania.
6) Probablemente se le negó la ciudadanía.
7) Para ser más exactos, nació en la ciudad de Melford.
8) Probablemente no haya en la entrada de la ciudad un cartel que diga: "Aqui nació el hombre que anda en bicicleta para atrás mientras toca el violín".
9) Aún vive en Melford y hace espectáculos de violociclismo invertido todas las semanas.
10) Probablemente el público se junte con los compañeritos de escuela para pegarle.

Así nos despedimos de otra Vida Inútil Que Nos Intriga. Y ahora, el punto que, en efecto, nos intriga: entendemos lo de tocar el violín, entendemos lo de andar en bicicleta, pero ¿para atrás?

Exijo una explicación.