Dicen adios a un grande
Dicen que nació en un pequeño riachuelo de un afluente barroso del Mississippi. Sus primeros años como renacuajo fueron tranquilos, en una comunidad cerrada, un ghetto, casi podría decirse un charco, hasta que la temporada de lluvia regresó para reunirlos con el gran río. Cuando esto pasó, la cola del renacuajo ya no estaba: dos fuertes patas verdes habían tomado su lugar.
Dicen que sus hermanos y hermanas decidieron quedarse, pero que su determinación fue demasiado fuerte: él quería ver el mundo. Nadó corriente abajo y, a través de varios ríos, cascadas, lagos, arroyitos, charcas, lagunas y un tren llegó a Hollywood.
Dicen que su voz era maravillosa, que hacía vibrar cada hueso del cuerpo, cada cuerpo de un teatro, cada teatro de la ciudad, cada ciudad del estado, cada estado de ánimo.
Dicen también que bailaba, que cuando su nombre iluminaba la marquesina todos sabían que esas verdes patas fuertes que habían reemplazado su juvenil cola se moverían al ritmo de la música, su música, para que todos se quedaran con la boca abierta.
Dicen que lo llamaban "Michigan", aunque en realidad había nacido en otro estado. El apodo llegó un día y se quedó. Tal vez porque le gustaba la sonoridad, tal vez porque odiaba su nombre real (ahora perdido para siempre) del que sólo se quedó con la inicial: "J". Se supone que su apellido siempre fue Frog. Algunos sostienen que era Froggenstein.
Ahora dicen que ha muerto, a los 51 años, en un hospital de Los Ángeles. Que una vida desenfrenada por fin le dio alcance. Dicen que fue un fallo cardíaco, pero claro, en la industria del espetáculo se dicen tantas cosas.
Nosotros decimos "adios Michigan", aunque nunca te vimos bailar.
16 Comments:
El retraso en el posteo se debió a problemas con la ubicua y necesaria PC. Pido las debidas disculpas.
MP
Siempre me encantó ese Frog. Envidiaba sobre todo la agilidad de sus piernas. Las mias son lerdas... sólo saben caminar y tal vez hacer algunas llaves. (Pero de lo mas básicas).
Con los animales no me llevo bien (a excepción de un prodigioso can blogger) pero a las ranas y sapos les tengo aversión...
Me reservo el comment.
Pero lo saludo, hoy efusivamente.
Besotes.
muchos recuerdos de cuando era chica.... uh... me va a pintar el lagrimon..... snif snif...
besos Marco!!
en serio que nunca lo vi bailar, ni saltar, ni nada.
Pero aun asi, tengo la coraznada de que se nos fue un grande.
http://www.youtube.com/watch?v=6GgvQ6mWOdg&eurl=
Buenísimo el videíto ese!
buaaaaaaaa no somos nadaaaaaaaaa!!!
salud y buenos alimentos
Laura: Los que más envidiaban las piernas de esa rana eran los cocineros. ¿Llaves? ¿Artes marciales? No me diga.
Checha: Una cosa es tener aversión a los sapos, pero este sapo era un artista, un ARTISTA como ya no quedan. Uno puede tenerle también aversión por eso.
Charol: No llore que se me corre el rimel.
Apo: Si, tu corazonada es cierta, como las de McGiver.
Chino: No puedo ver el video, dice que lo borraron. ¿Alguna explicación de qué va o dónde conseguirlo?
Marian: Fuiste, otra vez, más rápida que yo.
Roberto: Todavía quedan algunos, y si podemos producir ranas como estas... Entonces algo debemos ser.
MP
Me emociono el relato, que lastima que haya terminado asi.
Eh... no. ;)
Ruco: La vida nos lleva por caminos que inevitablemente terminan en la mesa de algún francés refinado. Adobados con pimienta e hinojo. Una verdadera lástima.
Laura: Eh... ok. ;)
MP
Adiós, Michigan!
Todavía me parece oírte cantar ♪ "Hello, my baby, hello, my darling..."♪
Sniff, sniff...
Saludos!
Un corte y una quebrada...
Saludo.
me encanta mucho porque es delirante.
Emma: Hay que ser fuerte. No hay que llorar por las ancas derramadas.
Altamira: Cuando vivía en el lecho del río le decían "garganta con arena", pero claro... eso es aplicable a todas las ranas.
Pésame: Gracias, en nombre mío y del delirio. Los dos estamos muy orgullosos.
MP
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