Un comentario político III (Only in Minnesota)

El grandioso estado de Minnesota, responsable del Blueberry muffin y de la mitad de la leche que se consume en los Estados Unidos ha logrado sentar una nueva base para la política internacional.
Siempre hemos sospechado de los tratos de algunos políticos con el Diablo, e incluso hemos sospechado que el Diablo mismo estaba por debajo de algunos políticos en el escalafón de la maldad universal. Pero ahora, gracias a Jonathon Sharkey, candidato a gobernador en el adorable y pacífico estado Minnesota, no tenemos que sospechar nada.
El estado de la estrella del norte cuenta ahora con un candidato autoproclamado sacerdote satanista y brujo Hécate (al igual que su madre), que desciende (por el lado de su padre) de vampiros transilvanos del más puro linaje Draculeo.
Sharkey, nacido en el año de nuestro (no suyo) Señor de 1964 fue boxeador profesional y estrella menor de la lucha libre bajo el creativo sobrenombre de "Rocky flash". Ahora, en el improbable año 2006, ha cambiado su sobrenombre a "Jonathon el empalador" y se presenta como candidato a gobernador del un poco menos pacífico y bastante menos adorable estado de Minnesota.
El empalador, eligió ese nombre porque parte de su campaña política es la de empalar a terroristas y pederastas, tal como lo hiciera Vlad Tepes (el Drácula original). Ha reconocido algunos crímenes perversos pero el mayor de ellos, el que demuestra su verdadera bajeza demoníaca, es el de confesar su amistad con Jeb y George W. Bush.
En su sitio de Internet clama que, al igual que Lucifer, el Lucero del alba; Judas, el que traicionó a Cristo y Anakin Skywalker, el creado por George Lucas (!) él también cayó al lado oscuro y renegó del Dios cristiano.
Eso no es pro.
...
¿O sí es pro?
...
A esta altura, nunca me acuerdo.