Una postal contemporánea

¡Como está pegando ese asunto la clonación en estos días!

Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para las ovejas.

Despotismo ilustrado

Una vez más empieza el programa que revela las intimidades, la verdadera historia de vida de nuestros más amados tiranos (benevolentes) dictatoriales (justos) amos (amos).
Esta semana, un hombre que no requiere presentación, porque su augusto rostro se encuentra en todas las monedas, los billetes en todas sus denominaciones y en los tatuajes que todos nosotros (sin excepción, a menos que no vivas en el fértil planeta paradisíaco llamado Mongo) tenemos en la nuca.
A pesar de no necesitar presentación diremos su nombre: Ming, el Impiadoso (sus agentes de prensa aún no están del todo seguros con el adjetivo, piensan que Ming, el Piadoso-pero-no-boludo subiría sus niveles de aceptación. Otros sugieren que Ming, el dinosaurio amigable tendría mucho éxito con los niños).

Pero a lo que nos atañe: la vida del ilustrísimo.

Nacido Edgar Mingovsky en el año de la Serpiente Naranja con garras de Tigre, el que luego sería nuestro emperador se dio cuenta temprano de lo dura que puede ser la vida. Su madre había sido sacrificada (como marca la tradición) por haber dado a luz a un hijo pelado y con barba. Su padre, carnicero Kosher como su abuelo y el abuelo de su abuelo, murió mientras afilaba uno de sus cuchillos. Luego de arrojar el cadáver en los pozos de lava, Edgar decidió no aceptar el legado familiar, cambió su nombre por Ming, el vendedor de seguros, y se fue de su aldea natal para nunca volver. Después de la tanda... cómo Ming se hizo rico gracias a la comparventa de esclavos. No se vaya.

(Música funcional)
Mientras usted lee estas líneas se le ocurre que debería comprar aquel producto que realmente no necesita. ¿Para qué decir la marca? Si usted ya sabe cuál es.

Y estamos de vuelta. Bajo el nuevo nombre de Ming, el corredor de bolsa, nuestro amo y señor adquirió un local y se dedicó a comprar y vender hombres-halcón para ejércitos privados, hombres-león como gladiadores y hombres-topo, que trabajaban más que nada en las cocinas. Ofrecía contratos abiertos a los esclavos que eran tan bien promocionados que se vendían hasta tres o cuatro veces. Mediante un ingenioso juego de amenazas a familiares cercanos y collares explosivos, los esclavos quedaban en deuda con Ming, el negociador solitario, pero él no parecía pedirles nada a cambio excepto su absoluta devoción. Pronto a Ming, el nuevo rico, no le alcanzaba el tiempo para contar todo su dinero, pero eso no era suficiente para él.

Cuando todos los esclavos estuvieron vendidos, Ming, el otorrinolaringólogo del terror, dio la señal y los hombres-halcón bombardearon a sus amos, los hombres-león destrozaron sus ejércitos y los hombres-topo... siguieron trabajando más que nada en las cocinas.
Con el dinero de la venta y el poder que otorga la carnicería (de gente, no de kosher), Ming, el pernoctador, se autoimpuso como único y real gobernante de Mongo.

Luego de veinte años de dedicada tiranía, Ming, el trepador social, logró casar a su hija con un representante de la nobleza. Barin, el plagio a Robin Hood, rey de la gente del bosque.

Hoy por hoy, nuestro Señor se encuentra bien de salud y de ánimo, siempre y cuando nadie le nombre a Flash Gor... eh... el extraterrestre prófugo.

Hasta la semana que viene.

Algo para los niños

Para contestar la tan difícil pregunta recurriremos a la tradición oral clásica con un breve pero claro relato infantil. Que dice así:

Una hermosa mañana de verano, Fleco y Male, dos adolescentes dibujados deseosos de conocer las eternas posibilidades del mundo, fueron a visitar al hombre de carne y hueso que solía interactuar con ellos. No querían ir, cada vez que hablaban con ese señor les quedaban menos ganas de buscar posibilidades y más ganas de encerrarse en su casa. La verdad es que los obligaban a ir, pero eso no hace a la historia.
Para llegar a la cabaña del hombre de carne y hueso tenían que atravesar el oscuro bosque. Como tenían miedo de perderse, Fleco fue dejando caer pequeños pedazos del pan dulce que le había sobrado de las Fiestas. Los pájaros se arrimaron curiosos, pero no los tocaron: Habían pasado seis meses desde Navidad y el pan estaba más duro que un merquero un sábado a las cuatro y media de la mañana.
Al llegar a una bifurcación del camino se encontraron con un dealer caníbal ex combatiente de Vietnam. "¿A dónde van?" dijo el dealer con un inusual brillo en la mirada. "A la casa del hombre de carne y hueso" dijo Male mientras los ojos del dealer recorrían cada una de sus animadas curvas, saboreando con anticipación lo que iba a suceder. "Vayan por el camino largo, es más seguro" dijo el dealer y cuando ellos se alejaron se apresuró a la casa del hombre.
El hombre estaba en el baño cuando llegó el dealer y se lo comió de un único bocado. Luego, se disfrazó con la ropa del hombre y esperó. Como los niños tardaban más de lo esperado, el dealer, por puro aburrimiento, rompió la primera regla de todo buen dealer y comenzó a probar sus propios productos.
Cuando Fleco y Male llegaron a la casa, el dealer estaba bastante drogado pero como aún tenía las ropas del hombre de carne y hueso los chicos no lo reconocieron. "¡Oh!" exclamó Male, "Qué faso tan grande tienes" y el dealer respondió "Es para comer de bajón" y se tragó medio pote de dulce de leche que fue a parar a su estómago junto con el hombre de carne y hueso. "¡Oh!" dijo entonces Fleco "y qué bolsa tan grande tienes", el dealer ya metía su nariz en la bolsa y aspiraba al grito de "Es para olerla mejor". Los niños se sobresaltaron, pero no dejaron de exclamar: "Qué cartón tan grande tienes". El dealer, que ya tenía algunos problemas para seguir cadenas lógicas de pensamiento dijo: "Es para verlos mejor" y se puso todo el cartón en la boca y comenzó a chuparlo con fruición. "Para verlos... Para ver... los... Dios... los colores... Los colores... Los colo...".

Entonces el dealer se murió de una sobredosis.

Lo que nos lleva a la moraleja de esta historia: "El que se droga y no convida tiene un Miroli en la barriga"

¡Chau chicos!

Documento revelador

Breve cuadro de situación: Papá, el Rey Randor es un gobernante de derecha moderada (afiliado al partido Republicano) y que gobierna el pequeño país de Eternia. Principales Productos de exportación: Amos del Universo y Soja. Población estimada del lugar: 700 humanos, 254 hombres-abeja, 423 hombres con alas, 125 hombres serpiente (trabajan más que nada en las cocinas), dos hechizeras, un tigre y un orko.

Mamá, la Reina Marlena, es un alien venido de un distante planeta llamado Tierra que no corta ni pincha en esta historia.

Tío Keldor, aspirante al trono que se volvió loquito después de que le tiraran ácido a la cara y se puso el nombre artístico de Skeletor. Ahora es líder de una secta, se pasa el día semidesnudo en su guarida La Montaña "Serpiente" con otras personas semidesnudas. Ostenta un símbolo fálico con un cráneo de vaca en la punta. Su hermano lo discriminaba por ser diferente y porque tenía cierta inclinación por los hombres peludos.

Cringer, Tigre de moral dudosa que se catapultó a la fama por estelarizar su programa "Queer eye for the straight mamal". Fue el que sugirió que los chalecos rosas siempre estarán de moda. Otros datos de color: es verde. ¡Verde!

Amigos y conocidos: Fisto, hombre que perdió su mano derecha en inusual accidente masturbatorio, la reemplazo con mano de hierro y siguió como si nada. Mek-a-nek, hombre cuyo cuello se estira a voluntad, puede mantenerlo estirado todo el tiempo que haga falta, pero después tiene que descansar 15 minutos. Moss man, el hombre con olor a bosque (?) indiscutido dealer de la zona.

Con estos antecedentes... Era de esperar que el nene Adam les saliera un poco rarito.

En la foto que se ve arriba, el heredero al trono hacía la prueba de corista para el conjunto Jem & The Holograms. Sus padres están avergonzadísimos, pero aceptan que los brillitos le quedan bárbaros.

Más documentos reveladores en el futuro.

Nuevo programa revolucionario

De los creadores de "¡Yo conozco el olor corporal de esa Celebridad!" y "¡No puedo creer que no sea Sofovich!" llega el nuevo programa de entretenimientos que los dejará pasmados. Sí, pasmados, como lo oyen. El sábado de la semana pasada se estrenó la versión en latinoamérica del formato copiado a unos dinamarqueses, que a su vez se lo copiaron a una cadena japonesa que antes se lo había comprado a los mismos productores que ahora lanzan: "¡No podés estar tan al pedo!".
Después de una árdua hora y media en que lo jueces tuvieron que evaluar a los cinco finalistas, el premio quedó entre el hombre que podía comerse un gato para regurjitarlo sano y salvo y las personas que dedicaron meses de su vida a hacer una escultura de tamaño natural de Han Solo (TM Lucas Arts) atrapado en la carbonita (TM Lucas Arts) enteramente con Legos. ¡LEGOS!
Los jueces estaban impresionadísimos. Pero al descubrir que al gato (que por cierto respondía al nombre de Chubaca (TM Lucas Arts)) se le habían limado las uñas antes de la mencionada ingesta, se le procedió a dar el premio a los ñoños (TM Lucas Arts).

Felicidades a ellos y, si la tribuna me acompaña, cerraremos el post con el muy acertado slogan del programa: "¡No podés estar tan al pedo!".
Hasta la semana que viene.

Manden su inscripción a "¡No podés estar tan al pedo!" a Casilla de Correo 1032, Correo Central, Buenos Aires, Argentina.
"¡No podés estar tan al pedo!" no es una empresa subsidiaria del Grupo Clarín...

...Pero le gustaría.

La cueva de Ella-Laraña

Esta es la primera imagen que pongo del viaje a México. Esto es Tulum, una cabaña sobre la playa. Pero antes de juzgarla hay que analizar los Pro y los Contra (aunque como no me gusta hacer partidismo, prefiero llamarlos los Con y los Sin).
Sin luz eléctrica, sin movida nocturna, sin agua caliente, sin baño privado, sin muebles más que las camas, una silla oxidada y una mesa llena de cera de vela.
Hasta acá vamos bien. Ahora los Con:
Con ratas en las paredes, con mosquiteros que servían para mantener los mosquitos dentro y asegurarse que te piquen por lo menos en doce lugares diferentes.

No se puede creer el precio que hay que pagar por suave arena blanca, tibio mar azul, palmeras que se mecen suavemente con el viento y peces tropicales que te pasan por entre las piernas.

En algunos momentos de la vida hay que saber sacrificarse.

Recórcholis... ¿Re qué?

Sí, he vuelto a las andanzas. Por unos instantes pensé en poner muchas fotos del viaje que hice a México. Después recordé que había guardado esta imagen de Superman para poner a mi regreso, de más está decir que entre la realidad y la ficción me inclino por esta última.
Es por eso que cuando suba cosas que me ocurrieron, serán las cosas menos creíbles, las que uno escucha y dice... "¡No! ¡Mentira!"
...
...
... Claro que la gente normal no habla así, pero ustedes entienden el concepto. Cuando me pasan esas cosas siento que no hablo con propiedad. ¡Rayos y centellas!

Volviendo a la imagen, en ella se contesta aquella vieja pregunta que nos dejó sin dormir por noches enteras cuando éramos niños: "Superman ¿Era demócrata o republicano?"

La respuesta está clara frente a ustedes.

Por si no lo notaron, volví con todas las pilas, dentro de poco verán mucho más de mí... hasta que digan "¡No! ¡Detente!"
...
... Una vez más he tropezado con la gente normal y mis ideas de como deberían expresarse.
...
...
¡Demonios!